Mentiras de la muerte

No tiene caso. ¿Para qué respirar? ¿Para qué caminar? Sé qué responderás: Vivir. No, no estamos viviendo, estamos sobreviviendo en un mundo de papel y plástico. En un mundo lleno de oportunidades tiradas a un barranco. ¿Porque tenemos que hablar? Tú me preguntas cómo estoy y te contesto con un simple "bien", y luego repetimos la misma conversación todos los días esperando a ser desintegrados. Me canso de mentir, de sonreír y hablarte de mi día mientras que tu finges que te importa lo que digo. Mira a las personas que nunca habías mirado. Míralos a los ojos, dicen que los ojos son las ventanas del alma. Pero si no tienen alma, míralos a los dientes o a las pestañas, míralos donde sea y veras que tengo razón. Tengo razón al decir que somos un montón de mentirosos, mentirosos sobre todo. Mentirosos sobre la vida y la muerte. Ya no tiene caso hacer nada, porque somos un montón de mentirosos con todo para perder y nada para ganar.