Tantas ilusiones
tando andar soñando
pa' que de repente,
vidalitá,
me dejés penando.
Sé que andar la vida
es tentar la suerte,
pero no hay quien pueda
vidalitá,
revocar la muerte.
Y ya no hay consuelo
pa' mi desamparo
porque ya no tengo
vidalitá
tus ojitos claros.
Perdí para siempre
ese escalofrío
cuando se juntaban
vidalitá
tu cuerpo y el mío.
Yo sé que la vida
no entiende razones
y no hay quien se ocupe
vidalitá
de los corazones.
Somos caminantes
bajo las estrellas
cada quien en busca
vidalitá
de su propia huella.
Sé que es imposible
torcer el destino.
Porque no hay llegada
vidalitá
sólo hay camino.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de noviembre de 2017 a las 00:06
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: itxaso, Ana Maria Germanas
Comentarios1
Revocar la muerte, ....
Un solo destino....
Una simple filosofia, de genuina autenticidad, en esta preciosima vidalita, feliz domingo, mi querido Julian.-
Que tengas un hermoso domingo vos también.
El mío ya me lo has alegrado con tus tan generosos comentarios.
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