Encerrado en oscura soledad
estoy, encadenado al atroz
abismo de esta agobiante prisión,
oh, sin llegar al umbral encontrar.
En noches deshojadoras divago
en lamentos, perdiéndome en la duda
de quién me condenó a esta bruma,
implorando ojos. Pero cómo hago
para asesinar la lúgubre noche,
si las estrellas se extinguieron
y las luciérnagas fueron en vuelo
hacia la lejana intemperie, donde
las personas caminan, observando
el cielo, el cual no brilla para mí
–ni siquiera llega el clima a ser gris,
pues está mi firmamento desolado–.
Pues la caverna cubre mis sueños.
Brego derribarla, pero las rocas
son más fuertes que las mariposas
sucumbientes de mis pobres anhelos.
Volteo a ver, apesadumbrado, a veces,
hacia cualquier sector inexorable,
y encuentro, allí fuera, sin que los llame,
a niños que mi alma estremecen.
Los veo y mis ojos voltean a verme,
sin impedir la zozobra nostálgica,
sin encontrar la felicidad mágica.
Los veo jugar y de mi ser emerge
ese sentimiento de tristeza
que me ahoga en cada penuria,
cuando brota de mi ser lluvia,
intentando así, regar la maleza.
Pero es inútil, si yo sembré estas
flores marchitadas, distanciadas
de los jardines y flores amadas,
donde existen las deseadas estrellas.
¿Por qué ellos juegan y yo no?
¿Por qué ellos ríen y yo debo llorar?
¿Por qué yo no obtengo felicidad?
Alguna vez, como ellos, fui yo.
¿Por qué ellos conservan su niñez,
si todos nos posamos en las mismas
manecillas del reloj, el mismo día?
Aunque ellos cogieron otro bus.
Anhelaría salir a sonreír,
pero el miedo, haría que me quemase
la luz que me iluminó años antes,
antes de encerrarme en esta infeliz
prisión de júbilos retraídos,
impidiéndome ir y abandonar
este abrumador infierno ya,
donde se evaporaron los ríos.
A la noche le confieso querer
cambiar y a los otros abrazas;
mas al querer, comienzo a lamentar
las risas que mueren en timidez.
- Autor: Marlon A. Toro ( Offline)
- Publicado: 26 de noviembre de 2017 a las 14:35
- Categoría: Triste
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Noelia Maya
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