Soy de los que viaja liviano,
Me desprendo de todo antes de que llegue a mis manos.
Como si estuviera preparado
Para un destino muy otro del mío.
Pero no soy siempre barco de papel en el charco, no,
Esta vez es ineludible el sopor
Que se va enredando en mis nervios,
Y los hala cual cuerda insensible,
Los ata o los estira o los sumerge en mis costados
Como a un veneno.
Soy el eterno estudiante de la primavera,
Vine de lejos a figurar en el paisaje de sus días,
No viajo seguido,
Mi estación, allá, es confusa y cambiante,
A veces pasa por acá y diré no nos saludamos,
Aquí va mi explicación; diré que olvido su nombre.
Diré que me doy vuelta a verla y tengo miedo,
Debo estar hecho de una sustancia cercana al miedo.
Pero basta y basta,
Me encargo de este palito de balso que por ratos se asoma
A los ases de sol lacerante.
Desde aquí sucedo,
No quiero ser de nuevo,
Ese que mira por la ventana que afuera todos se van.
Ese que dice
Que poco a poco a todo se le va desprendiendo el peso.
- Autor: El Cid Campeador ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2017 a las 00:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 52
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Mucho sentimiento en tu genial y hermoso versar amigo El Cid
Un placer pasar por tu portal..
Un fuerte abrazo desde Torrelavega..
El Hombre de la Rosa
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