Le temo a la muerte,
pero más le temo a la vida.
Es por eso es que me gusta emborracharme,
porque la muerte ya no me preocupa
y la vida no me asusta.
Me sincero, con ellos y conmigo mismo.
Me quejo, con lo que no estoy de acuerdo.
Y creo en mí mismo.
Los tontos no me interesan,
me escapo de todo eso.
Pero si me regalas tu abrazo, lo acepto.
El problema está cuando me gana y duermo.
- Autor: Nicolás Blanco ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2017 a las 01:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.