En la oscuridad que asusta y la luz que encandila,
esta tarde deletrea el tibio aliento del otoño
la undula del ocaso,
bajo el pecado y la virtud ya vencidos
yaga el error de los actos.
Caen hojas del árbol para dejar de ser sombra,
ahincado un día le crecieron nidos
pero los porvenires lo abandonaron,
sin esteva se seca.
Son sus claros lo sombrío,
lluvia de sol le oscurece
en esta tarde mustia, marchita,
de ceniza plomiza, la muerte se anuncia.
- Autor: AVELLANEDA SANTOME (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2017 a las 04:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Pepe Carbajo, Las horas calmadas
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