Rodríguez
quiso llegar al cielo
tras haber vivido
algún tiempo.
Ya nada le retendría
en la vida
solo algunos recuerdos
por cierto olvidables
como esa mujer que amara
sin ser amado.
Hijos
si claro que los hubo
ya son grandes
y él
ya es obligación
para ellos.
En estos momentos
estarán calculando
qué es de cada cual.
Rodríguez
camina
pensando
lo mismo que pensaba
aquel día
que decidió
sin saberlo
enamorarse una vez más.
Este camino
nunca lo he caminado
dijo para si
Rodríguez
mientras sus manos
se cobijaban
en el gabán.
No sentía frío
tampoco calor
solo cierto sopor
que hacía desenfocar
la realidad.
A corta distancia
Rodríguez
comienza a ver
escaleras
que iban al cielo.
Cuál escalera será
……….
escaleras
por qué tendré
que subir por ellas.
Esto ya me cansa
llegar a mi edad
y tener escaleras
que subir
sin saber por qué.
La bruma gana
la escena
y toma fuertemente
una escalera
con ambas manos.
..............
Rodríguez despierta
sobresaltado
por su esposa
-Qué te pasa
estás soñando
despierta que hoy viene Pablo
ya sabes
quiere cambiar el auto-.
Rodríguez
dice para si
-Pensar que la escalera
iba al cielo-.
-
Autor:
Esteban Couceyro (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 30 de noviembre de 2017 a las 08:56
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: anbel, El Hombre de la Rosa
Offline)
Comentarios5
Hay momentos que se proyecta esa sensación...
Un abrazo.
Esteban
No apetece subirlas, verdad?. Un besiño.
Siempre existe la duda de que eso sea mejor, uno se aferra a lo conocido.
Un abrazo.
Esteban
Película: "EL GRAN ESCAPE"
Saludos Esteban
Cierto, hay situaciones que merecen escapar...
Un saludo.
Esteban
Debe ser muy amargo soñar con subir al cielo y despertar en el infierno... Muy buen poema amigo, lo disfrute de veras.
Saludos
Son las trampas de la mente, mi estimado amigo.
Un saludo.
Esteban
Hermoso poema para entrar en
el mes de la Navidad estimado Esteban..
Muy grata su lectura...
Un placer ser tu amigo..
El Hombre de la Rosa
Cada año para esta fecha, habemos quienes hacemos restrospectiva, dándonos cuenta generalmente, de esos huecos que tiene el alma...
Un abrazo espiritual.
Esteban
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