Camino, tomado de la mano, con el aire,
Que me trae y me lleva a su antojo,
Entre, el verde placer de su frescor,
Cuando penetra en mis pulmones,
Y, el suspiro del desencanto,
Cuando me invade, el vapor alcohólico…
El entorno, se enciende, de color rubí.
Se reflejan las luces, en el borde,
Del tallado vaso de cristal,
Y en la última gota de aguardiente,
Permanece ahogada, tu mirada ausente…
Ahí, surge entonces, esta estrofa
Con auspicio de loco
Con ilusión de oruga
Con alegría de tambor
Con el cálido ensueño
Que al poeta, lo sujetan en la silla,
Frente al tímido desliz, de una lágrima,
En su envoltura, de papel perfumado,
De mil sonrisas rodeado,
Frente al gruñir endemoniado,
Cuando se tiempla una tripa,
Mientras se deforma la imagen,
Ahora mismo, en la rasgada nube,
De los humos fantasmales
Bendito aquardens religioso
Destilado en la frialdad del cáliz
Que le hace sonreír a Dios
¡Cada vez, que llora el Diablo!
- Autor: rodolfo dondero rodo ( Offline)
- Publicado: 4 de diciembre de 2017 a las 00:30
- Comentario del autor sobre el poema: El poema fue premiado por Atina Argentina con el SEGUNDO PUESTO, el año 2015
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
Comentarios1
Un placer leer esto
Saludos buen hombre =)
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