La ley o el deseo, escoge; una palabra
Marcada a fuego lento en el alma, la piedra
De la consciencia, escoge autonomía o mandato
El brebaje de la virtud o el castigo (prometen eternos)
Amputando libertades de males efímeros y bellos
Creciendo sin motivos, descontrolados
La ley del deseo o un deseo ya sin leyes;
Agacha la vista, no hay límite fuera
Del derecho, sin respiro casi, un camino
Civilizado dicen, un trayecto ya sin sorpresas
Y esperan los poderes y obtienen lo esperado
Dos o tres del rebaño se declaran ya salvajes
Carne para el sacrificio, pérdida ya esperada
En el año en que las condiciones están dadas
Para al fin tener una estancia digna, no hay progreso
El producto de un esfuerzo recae en otras manos
Algunos de ellos lo saben, poco o nada
Otros hacen contra ello, es por eso que un sueño
Negro que quisieran desplazar, los visita intermitente
Un querer pintarse de colores, un querer
Salirse de sí hacia fuera, un festejo ya por todo
El tiempo destruido, una renovación casi necesaria
La sumisión elevada a la suma de sus voluntades
La transacción de los acuerdos, el diálogo abierto
Al fin para todos, todos como fin y no como medios
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2017 a las 08:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, BHOEMIO
Comentarios1
escojo el deseo ya que las leyes son acuerdos para un orden pre establecido por quienes instrumentan con diferente ropajes el dominio. Un muy profundo escrito me agrado
gracias estimado, se trata de un pensamiento que me rondaba la cabeza últimamente, en lo personal creo que puedo acatar las leyes mientras sean acordadas por el pueblo en favor del pueblo, saludos
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