Ruge el viento y la borrasca.
El furioso vendaval
arrebata de los árboles
un aullido de animal
fantasmal.
La ominosa luz de un rayo
ilumina el roquedal
donde bailan aquelarre
siete brujas en sensual
espiral.
– ¡Hiervan, pata de lagarto,
sebo y dedo de chaval,
hiel de cabra, hojas de abeto
musgo de una catedral
medieval!
– ¡Hiervan, ala de mochuelo,
hígado de semental,
piel de lobo, raíz de cicuta,
en hechizo sepulcral
e infernal!
Volverá la luz del rayo
a exhibirlas al final
cuando filtren su conjuro
de ese rito primordial
y ancestral.
En la noche de Walpurgis
volverán a su ritual
que repiten en el bosque
desde tiempo inmemorial
y fatal.
Antes de que el sol concluya
con lo sobrenatural
diluyéronse en el alba
como luz en un cristal
irreal.
- Autor: Julián Centeya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de diciembre de 2017 a las 15:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 87
- Usuarios favoritos de este poema: Héctor Martínez Sanz
Comentarios2
Veo, las 7 brujas, veo el caldero hirviente, ritos y conjuros, en fin veo lo que tu me has mostrado, llevandome, a tu genial fantasia Julian, noche de brujas, noche de Walpurgis.........abrazo Julian .-
Gracias, Ana !!
Walpurgis..... brujas.... qué clima que nos has mostrado.... el irreal pega justo en el blanco que desata el punto final. Felicitaciones!!! Poeta. què don tienes..... Centeya!!!!
Uy, gracias, Carina.... No sé si lo merezco, pero igual, ¡Gracias!
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