El señor mesero,
nunca saca cero,
siempre tiene diez,
recontra, rediez.
Presto, diligente,
muy inteligente,
atiende a su cliente
que espera paciente.
Servir es un arte,
soñar con servir,
las mesas baluarte
de su desvivir.
Soporta presiones,
pleno de ilusiones,
brinda el suministro
que le ordena Cristo.
El pan, mucho vino,
sin un desatino,
es pulcro, impecable,
mal de él nadie hable.
Va y viene, desanda,
fiel a su comanda,
lleva bien las cuentas,
que jamás son cruentas.
Meserear, la mina,
ganar . . . su propina,
más del diez por ciento,
lo juro, no miento.
El nos deja hablar,
nos sabe escuchar,
con mandil o peto,
mucho lo respeto.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
México, D. F., a 11 de marzo del 2011.
Reg. SEP Indautor No. 03-2011-041513462700-01
Mesero: . . ., Restaurante Bar "La Cueva de Rodrigo de la Cadena", Ciudad de México.
- Autor: Gonzalo Ramos Aranda ( Offline)
- Publicado: 6 de diciembre de 2017 a las 06:05
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: kavanarudén
Comentarios1
Noble trabajo, digno de respeto.
Siempre he tratado con respeto a los meseros, a esos seres que sirven, que nos hacen placentero un momento.
En más de una ocasión me he enfrentado con uñas y dientes a aquellos que les faltan el respeto que creen que por ser meseros son sus esclavos. Me hierve la sangre ese tipo de actitud.
Un placer leer tu poema.
De mi parte un fuerte abrazo
Hombre, kavanarudén, muchas gracias, que gusto. Pensamos de la misma manera, por eso me atreví a escribirles sus versos a los meseros adorados. Hoy, 6 de diciembre, acá, en México, se festeja el Día del Mesero. Un abrazo.
De verdad? que bien. Aquí en España no.
La verdad es que tengo mucho, mucho respeto por ellos. Siempre los trato con mucha educación y la verdad es que los admiro. Yo reconozco que jamás podría ser mesero ya que paciencia no tengo y si me llega alguno que me falte el respeto de cualquier forma, le pongo el plato por la cabeza y si tengo la comida, pues se la tiro 🙂
Un noble profesión que pocos reconocen. Tengo varios amigos meseros(as) y de verdad los aprecio mucho. El amor de mi vida trabajó por muchos años también en ese noble oficio.
Zapatero a su zapato, como bien dicen. Yo esa paciencia no la tengo.
Pues felicidades a todos los meseros hermano.
Me parece perfecto tu sentido comentario. Un abrazo.
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