Son desde que nacieron
bendiciòn para la madre
y para el padre lo sòn
albricias del corazòn.
Nacen tan pequeñitos
que causan ternura y amor
y los abrazamos despacito
para que sientan nuestro calor.
con ese mismo cariño:
ellos se van desarrollando;
los añoz de niñèz y juventud
atràz van dejando.
de pronto se ven mayores
y su vida decidiendo;
unos escogen bièn
y otros escogen màl.
màl porque causan dolor,
a quienes les dieron el ser,
porque no se ven felices;
porque fuè ilusiòn, y nò amor...
- Autor: BRONCO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2017 a las 12:53
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto
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