Qué triste es entender todo
y a la vez nada.
Qué desolación me anega,
cuando alzo la vista.
Motas de polvo, polvo espacial,
parpadean en la lejanía,
refugiadas en su grandeza.
¿Qué ocultará el vasto cosmos?
Me riegan con su gracia,
yo, bajo el foco de mil estrellas,
quizá vivas, quizá muertas,
mas hermosas todavía.
¿No será que me llaman?
Hacen señas con su crepitar,
para que vaya y me pierda,
me pierda y no vuelva jamás.
Quién sabe si hasta los astros,
anhelan compañía.
Quién sabe si me observan,
cargados de pena.
Yo, aquí solo en estas dunas,
a la orilla del mar;
observando la marea
que el cielo tinta de plata.
Me pregunto si allí,
donde mueren las luces,
estás tú a la espera,
a la espera de mi llegada.
Me pregunto si también lloras,
cuando las luces se apagan,
y se enciende el cosmos,
y los miedos se traga;
Si lloras en otro mar,
y aun lo llenas,
de esperanza y sueños,
sueños que jamás llegan.
Flechas de plata,
nos clavan a nuestro planeta,
tú, buscador de miríadas
de secretos primigenios:
No llores, no temas.
Mira el dorado resplandor,
observa la inquieta marea,
sigo aquí, a la espera.
Qué triste es entender todo,
y a la vez nada.
Pero yo sigo aquí, a la espera,
a la espera de tu llamada.
- Autor: AMSuau ( Offline)
- Publicado: 11 de diciembre de 2017 a las 12:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
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