Bajando por
barrios encantados
demasiado a menudo
giro
con la esperanza
de que te encuentre,
aunque sepa que tu rostro
ya ha abandonado
hace mucho tiempo
estas esquinas queridas,
la farola solitaria ilumina
la esperanza parpadeante
que me propulsa a
deambular estas calles
y a reflexionar acerca de ti
(¿Él te hace sonreír?)
El fresco aire nocturno
me recuerda cómo
abría tu vestido
y calentaba
tu piel de piedra
en noches robadas.
De golpe espantado
por tu inefable ausencia,
desando los pasos
que antes anduvimos
que llevan hacia
la ventana por la cual
subí para verte,
y atravesando fragmentos penetrantes
de momentos osificados,
recuerdos que se cayeron
en un cruel olvido,
me prometiste
"hasta siempre,
mi amor."
Comentarios2
... versos de particular frescura en cada giro descriptivo..
texto que destila fuerza poética...
Buen trabajo...
Muchas gracias por su comentario.
Especialmente muy bonito poema... Saluditos poeta
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