Era tan rojo, tan rojo… que parecía sangre.
Era ardor con tanto brío… que era clamor encendido.
Es en realidad sólo un recuerdo, ardoroso y rojo,
que llega a mí en recurrencias por ser de los latidos míos.
Aún en tarde de sábado mojada en lluvias, me llega
con ese suave repique que amodorra, sin disonancias ni matices,
y en mi soledad, llena de cantos, me abraza como fuego
mas no quema y yo lo escucho llenándolo de lirios.
De mi libro “De poemas que morían”. 2017 ISBN 978-987-4004-38-3
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2017 a las 08:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Isis M
Comentarios1
Hermoso...
Y pensar que a veces he tenido también recuerdos con vivos colores. El rojo en este caso aviva la llama para bien.
Bonita noche querido amigo. Me gustó mucho su obra de hoy. Buen descanso para usted.
Hermosa réplica que valoro, estimada Isis.
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