Llega un hombre decidido,
a Tebas espabilado,
así con su mal ceguera,
dícese ser engañado.
La esfinge lo amenazaba;
-¡A ver, resuelve mi enigma!
Edipo lo logra, gana.
Se queja la esfinge y marcha.
Aquel entra victorioso
y las gentes lo aclamaban.
-¡Nuestro nuevo rey! -Decían.
¡Y entre el barullo lo alzaban!
Díjose su gran riqueza,
y con Yocasta se casa.
Sin embargo, todos callan,
cuando Edipo se da cuenta
de una intriga no resuelta
que Tiresias le proclama.
Edipo observa con rabia;
-¿Quién hizo el asesinato?
Que mató al rey Layo el grande,
¡Y yo andando su camino!
-¡Buscad por toda la ciudad!
Así pasó mucho tiempo.
Y por más que busca y busca,
el misterio no está absuelto.
Mas llega el día esperado
por el destino trazado,
en que Edipo resolvía
el enigma encarcelado.
Él era el propio asesino,
a su propio padre mató.
Rey con su madre Yocasta,
y allí la burla esclavizó.
Con este mal panorama
de una verdad destapada,
Yocasta se ahorca en dolor,
y Edipo se castigaba
quitando su vista y color.
Al exilio lo conlleva,
cuya ceguera había ya.
No sólo de su sucia alma;
Sino también de vista mal.
- Autor: Abril Lorca Cernuda (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de diciembre de 2017 a las 16:34
- Comentario del autor sobre el poema: Es mi primer romance. Es un trabajo de clase el cual me presenté voluntaria para hacer. Espero que sea de vuestro agrado.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Beatriz Blanca, Ágora
Comentarios3
Me encantó leerlo. Excelente síntesis de uno de mis mitos favoritos. Un saludo cordial
¡Gracias! Es el primer romance que hago. Gracias por tu visita, tus palabras son pedacitos alegres a mi corazón.
Me há Gustavo el relato de este trágico romance, sapudos!
Un mito en forma de romance que resuelves con habilidad y belleza.
¡Bravo! Sigue escribiendo no te detengas, tienes talento.
Besos!!!
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