No vacíes la casa de tu risa
No te lleves tu aliento
No me robes tu imagen del espejo
No te vayas
No me dejes el hueco inexplicable
No saques tu silueta de mi cama
No prives a estos cuadros de tus ojos
No te vayas
No desarmes el orden imperfecto
No me dejes la pena la nostalgia
No te lleves mis noches
No te vayas
No fatigues mi llanto
No guardes el cepillo
No me dejes tu ausencia
No te vayas
No me dejes el eco del silencio
No angusties para siempre las ventanas
No atravieses la puerta……
No me dejes. No te vayas.
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Autor:
Julián Centeya (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 13 de diciembre de 2017 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 114
- Usuarios favoritos de este poema: soki
Offline)
Comentarios4
Muy bueno. Una anáfora interesante
Gracias.
La anáfora es un recurso que he usado otras veces, pero nunca al punto de que todos los versos comiencen con la misma palabra.
Tuve mis dudas. Pero al cabo, ahí está el producto. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo.
No guardes el cepillo, no angusties para siempre las ventanas. Qué musicalidad que inicia con el No y desgrana el alma, los rincones del vacío... en los que a veces lloramos...
Es una negación ad infinitum......
Tienes el alma acumulada de los siglos o lo que es lo mismo: eres un alma evolucionada. Es dificil llegar a aquello que Sanchez Dragó decia: el poeta es el unico capaz de estar en dos estadios a la ver, el divino y el humano. Por favor, sigue en el divino y de vez en cuando pasa por esto de lo humano. Un fuerte abrazo desde Galicia.
Has logrado conmoverme con tus palabras que tanto agradezco.
Un abrazo fuerte desde Buenos Aires.
De esos poemas que no puedes dejar de leer una y otra vez. Saludos amigo Julian.
Gracias, me alegro que te haya gustado
Abrazo grande.
Por cierto, te estoy siguiendo y me parece excelente tu poesía.
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