El cielo va abandonando su color primigenio.
Los arreboles vespertinos van tiznando su
semblante en progresión aritmética.
Los cantos de los gorriones certifican la negrura
que se avecina inminente.
Vuelvo la espalda a las horas, me encamino al
lecho, que tibio me evoca, me seduce.
Me voy apagando de la mano plácida de la noche,
que de puntillas se retira a sus aposentos.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2017 a las 06:51
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando el día se va apagando en pos de otro que nace.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 17
Comentarios2
Albertin: No te consumas.
Un abrazo
Descuida compañero. Otro.
así se nos van los pensamientos / hasta que otros nos tocan las ventanas poeta / saludos / Excelente poema / Impresionante combinación panorámica / sólo posible al ojo de poetas
Gracias por tus palabras. Un abrazo.
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