Mirándote la tarde, de miles del romance,
después de tanto tiempo, te quiero demasiado,
a veces pareciera, que el tiempo no ha pasado,
desde el primer encuentro, conserva el mismo avance,
los años pasan lentos, con un amor intacto,
caído de los cielos, es de lo más exacto,
con juventud eterna, te miro cada día,
el tiempo se detuvo, desde que fuiste mía,
todo llegó sin ruidos, apareció en el acto,
mi esencia transformada, perdura todavía,
con lucidez perfecta, provoca gran impacto.
Por ser tan intocable, le llamo amor eterno,
aguanta tempestades, y tiempos de bonanza,
en tiempos venideros, vislumbra la esperanza,
es miel que no empalaga, es algo dulce, tierno,
va rumbo de la gloria, partiendo de la tierra,
mirando tus pupilas, es demasiada gloria,
como las cosas buenas, radiantes en la historia,
con lo maravilloso, lo malo se destierra,
con un amor tan fuerte, relumbra la victoria,
es como gran burbuja, que al paraíso encierra.
- Autor: Pedro Ruiz Lopez ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2017 a las 16:27
- Comentario del autor sobre el poema: Este es un poema en décimas con versos alejandrinos, a veces me gusta hacer las cosas diferentes, conservando algunas características clásicas.
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Ross4, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
muy bueno amigo!!saludos.
Muchas gracias David Ange,
Saludos.
Maravilloso poema estimado amigo Pedro.....
Un grato placer leer tus versos..
Saludos de amistad..
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias amigo, que estés muy bien.
Saludos.
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