Quisiera escribirte hoy, sobre las maravillas de la vida
como ese amanecer lento del verano
donde las estrellas desaparecen
entre murmullos de pájaros.
O la fuerza brutal, del temporal
ignorante del péndulo
que va y viene, del viejo reloj...
ya han dado las diez.
Te conté alguna vez, cuando niño
con qué ansias remontaba barriletes
dueño del viento
y del cielo, atado al piolín.
Hoy, han pasado los años
y el péndulo aún sigue su camino
pero yo cansado de ir y venir
quiero detener ese tiempo.
Ya han dado, justo las diez
y las campanadas
redoblan la angustiosa
lluvia sobre la ventana.
Aparto esa imagen
acordándome de vos
y las maravillas de la vida
que hoy te contaré.
Como aquel día
en que nos encontramos
el brillo de tus ojos
y mi corazón huyendo en torbellino.
Que maravilla, puedo contar
si no la puedo escribir
con estas letras, tan formales
ni la música puede alcanzar.
Deberé inventar, algo
algo que eche a volar
un grito feroz
un ademán, sin igual.
Una maravilla, que asombre
tus ojos brillantes de amor
y no tengas mas que soltar
mi nombre apretado, en los labios.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2017 a las 09:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Texi, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
El recuerdo anestésico precioso del devenir.
Un abrazo
Qué es el recuerdo, sino un presente casi olvidado...
Un abrazo.
Esteban
No tan sólo escribir / Pintar las nubes a las faldas del tiempo sin que se de cuenta el viejo reloj con los colores de sus mejillas / Gracias Esteban
Gracias a ti, amigo José Adolfo, por tus palabras.
Un abrazo fraterno.
Esteban
Maravilloso poema de amor estimado amigo Esteban.....
Un grato placer leer tus versos..
Saludos de amistad..
El Hombre de la Rosa
Gracias Críspulo, el amor es un canto eterno.
Un saludo.
Esteban
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