Que no es mía, que a mí fugaz paso no corresponde
Si he intentado verme ahí fuera no he podido
Y una tele encendida me captura rendido
Y una mano no mía, como dormida el botón aprieta
Y si cambia no lo sé, yo no estoy allí presente
Sino en una suave ausencia, como el tiempoespacio ahora
Extrañado de no presentar horror me vuelvo
A la pieza, agarro un libro y Cardenal me señala;
Afuera del monasterio hay semáforo encendido
Día y noche y día noche afuera un sol que arde
Encandilado/enceguido por el brillo de pantallas
Haga lo que haga están ahi /dispositivo actuando/
Pequeños soles en los bolsillos que nos atragantan
Que no podemos dejar en el camino sin jamás mostrarse
Desatendidos, hoyos negros del tiempo muerto
Muerto que no habrá de ser otro sino uno
Y hallo ya a uno, escribiendo en su teléfono
Poetizando así su captura en la pantalla, sin resistencia
Comprendo que se trata de un sueño sin salida
Paralelo a la noche o el día, es otro dormir eterno
Al conectarme, me disuelto en otra luz artificial y distinta
Profana y maliciosa, plácido infierno de comodidad
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 15 de diciembre de 2017 a las 09:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
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