No podía dejar de pensar en la hora de dormir.
Se tenía por una mujer que conoció varón, pero
no el que le gustaría.
Gozaba como nunca hubiera imaginado de ese
tacto invisible, desconocido, que le recorría
durante el sueño cada día, desde hacía tres.
Se anunciaba con una leve brisa que besaba
su rostro para después, con la tersura del visón,
recorrer en todo su largo cada anhelante poro de
su palpitante piel.
Fue un suceder ceremonioso que cesó en el
preciso instante en que abrió los ojos para saciar
su curiosidad. Entonces, como una ráfaga de mar
que agrede la cornisa marina, una visión de Eros
huyó como herido por la gota de aceite hirviendo
que vertiera, huelga decir sin intención, el deseo
de saber de esta encarnación de Psique que
protagoniza este minúsculo cuento.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2017 a las 20:48
- Comentario del autor sobre el poema: La codicia natural que nos alumbra nos tira, a veces, por tierra los logros conseguidos. Forzar la dicha puede acabar por romperla.
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra L
Comentarios3
Tu relato me agrado, pero dime con respecto a tu explicacion del tema, tu, personalmente tu, no abririas los ojos ??, cierto es que la curiosidad mato al gato, pero siempre hemos|| de desear hacer nuestros sueños realidad, un abrazo grande a ti uno de los poetas que me seducen con su sensibilidad.-
Claro que sí. Si no no sería humano, sería...
Gracias por el cumplido. Un beso Ana. Feliz Navidad.
Albertín: Psíquico de la bella PSIQUE.
EROS celestino de la aristocracia de ciudadanos y enamorado.
Tu cuento precisamente terminado.
Gracias por las preciosas publicaciones, aunque después te autodestruyas cual mensaje de misión imposible N° 5
Un abrazo
Gracias por tu comentario Tokki. Te agradecería, me has despertado gran curiosidad, que me explicaras, con toda la sinceridad que te quepa, lo del mensaje de marras. Un abrazo y gracias también por tu dedicación a mis letras.
Albertín: Una vez que consideré que era buena una publicación tuya, así lo comenté y tu respuesta decía que cómo podía encontrar buena esa tontera. Lo cual interpreto autodestructivo porque muchas veces uno publica una cuestión que uno mismo considera baladí y al público le parece que tiene sustancia; en tal caso el escrito ya no es de uno sino del mundo. Después borré mi comentario a tu escrito y había otro comentario de una compañera de este blog, que no me detuve a leer.
Un ejemplo de hace varias décadas atrás, yo escribí y publiqué para mí una cuestión irónica a todas luces y sin embargo, el resto lo tomó como una cuestión de una mirada digna de valor. Por supuesto, yo callé.
Un abrazo.
Precioso relato que narra los deseos de amar con belleza y ternura. Grato leerte. Un abrazo amigo.
Siempre bienvenida amiga Paloma. Otro fuerte para ti.
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