Ella..., como algunas veces
la encontré sentada
en el asiento opuesto
contra la ventanilla
mirando sin ver
ese paisaje repetido
mil veces del atardecer.
Es hora del regreso
el tren viaja completo
todos regresan
con expresiones vacías
parecen muertos
de varias batallas
con sus rostros de ojos
casi cerrados
………...
no hay palabras
sin nada que decir.
El cielo, afuera
encapotado de nubes
anticipan la tormenta
su rostro, neutro de expresión
me sumerge en pensamientos
cómo se llamará
tendrá un amante
la supongo hermosa
emergiendo como una Afrodita
desde las nubes
en ese cielo de tormenta
desnuda,
desprevenida de mi
en la ignorancia que pueda verla
desearla
………………………
tan hermosa, se qué es
como ese equilibrio que siento
al verla entre las nubes
confundida con el cielo.
En ese instante
abro los ojos y ella
me mira sonriente
confundida
entre las nubes de mi imaginación.
Avergonzado cierro los ojos
dormitando el resto del viaje
no queriendo despertar
corresponder la sonrisa
preguntarle algo tonto
hablar del tiempo
saber su nombre
y no poder darle el mio
que hace tanto tiempo
olvidé.
Hace tanto tiempo
que estoy viajando
en este vagón
de este mismo tren
………………..
que aveces la veo
sentada en el asiento opuesto
contra la ventanilla
mirando el paisaje
sin poder verlo.
Quizá tampoco ella
sepa su nombre.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de diciembre de 2017 a las 10:34
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 69
- Usuarios favoritos de este poema: Milo T, Texi, El Hombre de la Rosa, Menesteo
Comentarios4
Tienes razón el final del viaje, a veces...casi siempre, lo mas duro. Un abrazo enorme
El laberinto, de una situación en la que uno no sabe..., que ya todo ha terminado.
O quizá recien empieza.
Gracias por el abrazo que replico.
Esteban
Un pasajero veía todo nuevo en el mismo recorrido diario de aproximadamente 90 km de ida y también de vuelta.
Un amigo de él le decía, que lo más seguro era que sufriera de alzheimer .
Saludos
Es posible y sería una explicación racional, pero qué es la realidad, si no visiones de racionalidad desde la percepción del personaje y su laberinto.
Por eso, una recta perfecta, si por su longitud supera la medida del ecuador, sería un círculo.
Si no fuese tan extensa, solo llegaría a ser un mero arco.
Eso, en el personaje, se traduce a una vivencia continua, dónde ignora el contexto y la razón del mismo y solo gira sin poder modificar nada.
Quizá sea así el limbo, un viaje infinítamente circular.
Un saludo.
............... (no recuerdo mi nombre)
Mucha belleza y harmonia poética en tus preciosas estrofas surrealistas estimado Esteban.
Un placer pasar por tu portal...
Feliz Navidad de parte tu amigo: Críspulo Cortés Cortés
Gracias Críspulo, por tus palabras.
El surrealismo, no es mas que la visión desde distintos puntos de observación, de la realidad.
Ese corrimiento de la razón, inquieta al otro y su propia comprensión de la realidad relativa.
Las navidades, deben ser felices, pues el nacimiento, siempre es una esperanza y por ello tiene un gran valor simbólico.
La esperanza, es un concepto superador, no siempre valorado, en una sociedad inmediata, como esta.
Un abrazo fraterno y cuando hagas ese brindis de buenas intensiones, recuerda a este amigo de Argentina, que también estará brindando a tu salud.
Esteban
Hola Esteban, de regreso ya vuelvo a caminar por caminos ya recorridos pero no vacíos como ese personaje que teme y sigue su derrotero sin involucrarse por el temor al desencuentro.
Es cierto uno retorna de su viaje un tanto desorientado, pues todo resulta monótono dentro del girar en la rueda de la vida.
Me tengo que amoldar al ritmo de esta realidad de rutinas y espacios quejumbrosos. En una palabra, estoy de vuelta de mis vacaciones y me cuesta retomar el camino acostumbrado.
Un saludo de reencuentro con la alegría de visitar a un buen amigo.
Hay cosas, que aún me maravillan..., recién prendiendo este artilujio, pensaba en cuanto tiempo hace que no te leía... y me encuentro con tu comentario.
El personaje de esta historia, entre las tantas interpretaciones posibles, está atrapado en un laberinto, del que no comprende la razón, que sería la salida del mismo.
Es una historia circular, de la que forma parte involuntaria al igual que todos,en la ignorancia de los porqué.
Agradecido por tu reaparición..., en este viaje..., también circular...
Un abrazo.
Esteban
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.