En evidencia
las crédulas miradas del instante
ceñidas en rostro canela
fruto del refulgente estío
intuiciones que desatan
letargo, malquerencia
Claro – explica el corazón -
el radiante beso en el abismo
perfecciona celada pretensión
simulada en melenas de ironía.
En consecuencia,
las raídas manos vibran ofuscadas
los sueños reviértanse pavorosos
y vos, en sonrisa enajenada
ceñida en rostro canela,
te despides, encantada.
Es cierto. Reafirmo.
Con desánimo recibo el nuncio.
Y una pecaminosa lujuria
desata en breve
tan pernicioso preludio
- Te vas, porque lo quise -.
- Autor: pablo beltran ( Offline)
- Publicado: 18 de diciembre de 2017 a las 10:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
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