dime si las abejas aún no se han ido,
dime que nadie apretó el botón,
que tu cintura es cálida todavía.
No se han enfurecido los volcanes
cubriendo-nos de cenizas y lava.
que la tierra es nuestro sustento
sagrado verbo, nos brinda alimento.
El eje en su centro no se disloca,
que aún nos cobija esta gran roca,
el cometa anunciado paso de largo,
esta mañana el amor no es amargo.
El Dios Sol aún es nuestro centro.
Pero dime que algo ha cambiado,
que una energía sutil misteriosa,
entrega amor y es bondadosa,
invade los corazones y mente,
la humanidad actúa inteligente
No digas que nada cambió
que todo fue solo ilusión
erraron los hijos del sol
la profecía no se cumplió.
- Autor: Pedro Aros Castro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de mayo de 2009 a las 22:27
- Comentario del autor sobre el poema: Un inmenso deseo de cambio en nuestra relación con la naturaleza y como especie, recorre el mundo
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: lunademiel80
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