Mi gran día trimestral.

En un bosque de chopos sin hojas, cerca de un grupo de masías derruidas, veía a lo lejos a un padre y su hijo vestidos con trajes oscuros de pana enterrando con una pala en un hoyo, algo. me iba acercando lentamente sintiendo una profunda emoción, como si me esperaran.  Una música celestial me acompañaba, la esencia pura de la música. no estaba asociada con nada. mis perros caminaban tranquilamente junto mi espíritu como si flotaran sobre una tierra mullida y húmeda llena de charcos. La esencia del mundo, sin adornos, tan sencilla, tan hermosa. Era todo tan soberbio. La luz, ni fuerte ni tenue, como una dulce llama. Un golpe de tecla sonó, de repente , me giré, vi en aquella estepa, el grupo de casas derruidas. Había un niño muerto sobre un talud abrazado al cadáver de un perro. Sentí una profunda compasión. sobre un viejo muro, un cuervo se posó y empezó a graznar. yo, corrí seguido de mis perros, me acerqué  al padre y el hijo, cuyos rostros no podía definir, pero estaban erguidos observándome como ángeles serenos. Miré al hoyo, saqué un papel que  estaban enterrando. ponía hoy es 21 de diciembre del año 2017. La música celestial dio paso a la más horrible de las canciones que había escuchado. era mi propia voz grabada acompañada por mi guitarra que había programado en mi agenda electrónica para que a las siete veintiuno, emitiera la siguiente canción:

” Hoy es para mi un día especial,

tengo que ir a fichar al inem,

me pasaré después por servicios sociales

podré decirles una vez más, que estoy como siempre.

¿ qué me dirán, qué me dirán,

las asistentas sociales cuando me vean llegar?

Preguntarán como me va,

y les yo diré , que no se lo pueden imaginar.

Estoy impaciente por ver que me responden.

Y al salir iré por ahí en busca de los papeles.

podré acreditar sin que vean llorar que soy podré,

suplicaré de rodillas  que me den alguna ayuda.

será genial ver como ríen, al verme volver todo nervioso.

La ra la la la la ra, la la ra la,

recordarás tiempos mejores, y al ver a los amigos ,

un día especial como hoy les huirás para que no te aprieten las tuercas con sus preguntas.

te encerraras en casa y te echaras en la cama esperando que todo se vaya al carajo,

quizás pueda ocurrir , por qué hay elecciones en cataluña.

recuerda, hoy es un día especial tienes que ir a fichar al inme

La ra la la la la ra, la la ra la, ”

al abrir los ojos caminé hacia la agenda y la paré. sentí eso que llaman los existencialistas y anarquistas, angustia;  vomité. Los perros me miraron como peluches sin comprender que me pasaba. Pero al ver mis lágrimas, me rodearon y me frotaron con el hocico la piernas. como un autómata desayune café. Paseé con los perros y los guardé como se guarda una camisa en el armario en el corral. Y fui lentamente bajando al pueblo, dejando a mi espalda junto la puerta a los perros. Me acerqué al triste encuentro con la vergüenza y el miedo en el inem. Fui a una funcionaria tras renovar, allí sentada, esperándome, me dirigí, sacando mi triste cartón amarillo de desempleado. Le pregunté si había sitio para mi en la escuela taller de jardinería. Movió la cabeza soplando unas notas de negación como una acordeón. me colocó un papel en las manos con una dirección. quise darle las gracias y  me dijo que no. En la agencia de desarrollo local había  pobres y discapacitados. rogaban que porque sus nombres estuvieran en la escuela taller.Un negro daba gritos de alegría por haber conseguido trabajo. Y muchas voces, decían:

y yo, que pasa conmigo, por favor.

Perecía como si estuvieran en una estación abandonados, y el tren que podía sacarlos de allí se acabará de ir. Las funcionarias no hacían ningún gesto. solo con la cabeza negaban o afirmaban, y emitían listas de nombres personales seguidas de la tarea :

Pedro Heredia Giménez. auxiliar de limpieza.

Miguel Ángel Goméz, auxiliar de jardinería.

voces de madres con sus engendros suplicaban:

Y mi hijo, Juan Manuel de la Selva. por favor señora, tiene el 40 % de discapacidad, mire bien, tiene que estar, es idiota profundo. debe haber algún puesto en la escuela taller para él.

Las funcionarias negaban con la cabeza, y salían las madres con sus engendros tristes, abrigándolos del frío..

yo salí de allí. en el camino a casa me encontré con Francisco. estaba en el parque con duquesa, su perra, que levanto la patita al veme. nos dimos las manos. sonrió. todo estaba quieto a nuestro alrededor. el día brillaba indiferente. Los coches pasaban dando una vuelta a la rotonda. vio mi papel en la manos.

¿vienes del paro?

hice una señal de que era así. la perra movió el rabo. se sentó indiferente a nuestra conversación. parecíamos gente tan normal  y sencilla hablando, como si formáramos parte de un cuento con el jugaba un niño.

a mi me han bajado 50 euros el sueldo, que se suma a los 60 del año pasado- comentó francisco. quizás nos despidan. van a quitar a un hombre de cada línea de esmalte, ahora somos dos por línea, y quieren que haga la faena uno.

Lo siento-le dije.

nos despedimos  y entré al supermercado. miré las estanterías, las luces de navidad. y compré macarrones y tomate. Al volver a casa, los perros estaban apoyados en la puerta, esperándome de nuevo. Los acaricié. los paseé y les di de comer. Luego bajé al campo a trabajar mi huerta. Conforme llegaba al huerto vi hojas de puerros tiradas en el puente de madera. al entra vi que me había robado los puerros, unas lechugas y las cebollas. miraba quieto el agujeros. el hombre que siempre pasea con dos viejos pastores alemanes, que era el regador hace muchos años de mi huerto al verme me preguntó:

¿qué te pasa?

levanté la cabeza.

me han robado los puerros, lechugas y cebollas- le dije

hijo un gesto de profundo disgusto, movió la cabeza y me dio su consuelo diciendo que lo sentía y se fue pasando por los arcos del puente de San José.

Angelillo de Uixó. la siguiente historia está basada en hechos reales.