Ese dolor...

Donde se acumulan las decepciones? Donde eres capaz de colocar tal manifestación emocional qué día con día te señala. Es la típica cajita que colocas en un mueble y a diario te habla en tu cabeza. La que se presenta día a día. La que por momentos no ves... La que a veces meditas, de la que a veces no tienes explicación. Todo ese cerrojo de emociones que solo eres capaz de vivificar en tu más oscura realidad y ante la que pintas un arcoíris lleno de dolor, como es que sobrevives ante la magnitud de su grado interno, es desfragmentar el alma en algo que te duele pero sabes que es parte tuya, como darle forma a un ácido que produce tu alma y del cual no puedes evitar la angustia que produce. Como ocultar una realidad tan pura de tu ser, seguramente se burlarían al pensar que padeces ese mal... Lo que si sabes es que sales ante la vida con tal degrado en tu interior sin explicar las garras que tienes para continuar, las experiencias rutinarias te desgastan más y te cuestionas unas vez más como sobrevivirás... Desconoces si eres producto de la situación o de la formación divina... el dolor no se ha ido pero miles de factores lo hacen llevares... Entender esto casi imposible... Vivir de la disvariaste de esta situación todo tu vida y a pesar de todo darle su sentido en los momentos más difíciles no tiene precio, es algo que no se compra solo se vive!