Tu rostro era una constelación, tenías una reunión de estrellas de día y de noche, una obra majestuosa del maestro que había incrustado perlas escarlatas en el rostro de una sirena.
Tus pequeños retazos de oro en tu rostro eran el reflejo del tesoro invaluable que habitaba en tu corazón. Tenías pequeñas chispas de chocolate en tu cara como pistas del cuento de Hanzel y Gretel, el camino de retorno a la felicidad.
Tenías mariposas amarillas que volaban hacia la libertad, esas mariposas que quería yo atrapar entre miradas y sonrisas... Lord Vanvle
- Autor: Lord VanVle ( Offline)
- Publicado: 3 de enero de 2018 a las 12:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
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