Una muchacha en la fuente solloza,
el agua clara y bullente se vierte,
clama su esencia piedad que no llega,
la gente sorda pasea en el parque.
Pupilas tristes tenía la chica
cual pozos secos de tanto llorar
y sus mejillas dos rosas de fiebre,
el color púrpura brota en la fuente.
Era la sed en su boca un rubí,
como quisiera ser cántaro vivo
para entregarle el consuelo en un sorbo,
así apagar su inquietad y sus penas.
Con paso-piedra se aleja despacio,
deja en el aire una estela de frío,
su labio gime y se agita en silencio,
lleva en el alma su amargo dolor.
Lupercio de Providencia
- Autor: Lupercio de Providencia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de mayo de 2010 a las 10:05
- Categoría: Triste
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: Michelo, florsilvestre
Comentarios3
Tristeza encada línea se siente el derroche de tu sentir en este poema…
Besos a ti. Grato ha sido el leer tu poema suerte….
Pupilas tristes tenía la chica
cual pozos secos de tanto llorar
y sus mejillas dos rosas de fiebre,
el color púrpura brota en la fuente.
que bellas y tristes lineas de aquella chica en la fuente!
ah sido un placer leer tu poema mi amigo.
muchos abrazos 🙂
QUE BELLO POEMA AMIGO LLENO DE TRISTEZA Y DULZURAHERMOSO FELICITACIONES
UN ABRAZO DESDE CHILE
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