Dime por qué camino van tus versos
Para que los míos los acompañen:
Si es por el azul cielo
Volarán, surcarán hasta tocarte;
Si por el azul mar
Serán las estelas, serán los remos,
Serán las velas, y serán los vientos,
Las olas y la sal;
Si van al Universo,
A las lunas y estrellas,
Serán astros, luceros,
Serán la redondez de los planetas
O la cola de tu estrella fugaz,
Serán el sol, serán eclipse luego,
Serán constelaciones de los sueños
Que parpadeen al verte pasar.
Di, tus versos…
… los míos…
… ¿sabes tú dónde van?
-
Autor:
Héctor Martínez Sanz (
Offline) - Publicado: 4 de enero de 2018 a las 12:05
- Comentario del autor sobre el poema: Poema rescatado, de resonancias becquerianas, compuesto en silva asonantada con final quebrado. Dedicado a una joven poetisa rumana a quien ayudé en la financiación de su primer poemario en España, de cuya edición, prólogo y presentación me ocupé personalmente entre diciembre de 2009 y enero de 2010.
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 97
- Usuarios favoritos de este poema: QUINSONNAS, Jorge Horacio Richino, Raquelinamor, Miachael, Las horas calmadas
Offline)
Comentarios6
Maravilloso poema, donde se sugiere a través de los versos una intención de amor. Bello en su construcción, sutil en el uso de las palabras y delicioso armado poético de sus frases.
Mil felicitaciones, amigo Héctor!
Un cordial abrazo para ti!!!
Querido Jorge,
Tarde, pero respondo a tu comentario. Sí, es verdad lo que dices, porque el poema está construido de forma romántica, recordando a G. A. Bécquer y su Rima XXXVIII (Los suspiros son aire y van al aire...) uno de los poetas en los que se apoyaba e inspiraba esta poetisa. De ahí lo que observas, porque dicha Rima de Bécquer es amorosa.
Gracias por dedicar tiempo en leerme y por tus palabras en este nuevo año.
El poema me lleva a donde van sus versos. Me gusta
Querido Joaquín,
Venir, venimos una vez al mismo sitio; ir, vamos muchas veces adonde se nos lleve. Me alegra ser quien esta vez le lleve con mis versos.
Gracias por su tiempo y sus palabras en el nuevo año.
Estimado poeta Hèctor Martìnez Sanz, ante todo gratamente sorprendida por la calidad de sus letras. Felicitaciones! me ha atrapado su poema, y como es mi mala costumbre, me gusta disfrutar la lumbre, contestando versos, asi que con su permiso procedo a responderle y le suplico perdone mi atrevimiento:
_
¡Si lo sé! mis versos van más allá,
de los tuyos libres y mucho más,
mis versos son soñares,
Son señales del amor verdadero,
Prestos frente a tus ojos,
Pues son ilusiones del Dios Morfeo,
bajo la ardiente flama de mis sueños,
No hará eclipse en mi fuego,
fugaz estrella metida en tu ruedo,
ni la desnudez de tus sabias tretas,
por cantos de sirenas,
En lunas de Poseidon,
Ellos son mi Universo,
Son olas de mis mares,
las sales de los vientos;
y sirios de los templos
Porque sabrán las galaxias remotas,
de los increibles tiempos,
y si en el océano me buscare,
Nunca podrá alcanzarme,
escondida en el cielo infinito
en el sagrado cofre de mis hitos,
Y para que los tuyos me acompañen:
No bastaran desesperados gritos,
ni hay posibles caminos,
Que lleven a mis lejanos recintos,
a tibios versos deseando amar
¿Que mas quieres saber?
¿Que quieres que te diga?
poeta del divino suceder.
_
Y saludos de universal amor
reciba de esta la Raquelinamor
Querida amiga:
Ni hay que perdonar
Ni es atrevimiento
Responder al verso
Con otro cantar.
Gracias por ello, y por tu tiempo.
Un abrazo.
Estimado Héctor Martínez Sanz ciertas veces reconozco que no sé a donde me llevan mis versos mas intento reconducir mis versos hacia la protesta de toda índole. Bueno eso intento.
Me ha gustado mucho tu forma de escribir los versos sin mucha grandiosidad pero muy efectivo, como dicen en mi pueblo,...lo has clavado.
Bueno...saludos de Miachael.
Mi querido compañero:
Muy agradecido por tu comentario, muy acertado en que me inclino a cumplir con «llamar al pan, pan, y al vino, vino». Estás en tu casa.
Un abrazo.
Qué descripción más sugerente sobre la naturaleza de los versos. Con la delicadeza del romanticismo. Un poema esmerado.
Un saludo, Héctor.
Querida Idoia,
El señor Bécquer fue inevitable en aquellas circunstancias. Gracias por tus palabras y el tiempo que me dedicas.
Un abrazo,
que bonito poema. Recuerda a Becquer... las lagrimas son agua y van al mar...
Querida Pat,
Tienes toda la razón. Lo anotaba en un comentario anterior, y das en el clavo. La base es la Rima XXXVIII (Los suspiros son aire y van al aire...). Me alegra comprobar que es reconocible.
Gracias por tus palabras. Seguiremos leyéndonos.
Un abrazo.
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