Es la humilde y hermosa provinciana
de su provincia la joven más bella;
al pasar, cuando el sol de la mañana,
tibio candor su juventud destella.
Despierta en las guitarras melodías
que se entonan en las noches serenas,
cuando la luna en lentas agonías
viene a llevar las provincianas penas.
A su paso, los buenos provincianos
rompen el aire con algún suspiro.
Y su aroma hasta los montes lejanos
siéntese fresco a la hora del retiro.
De vahos sabrosos siempre impregnada,
sabrosos platos cocina en su rancho:
un rico pan o abundante empanada,
cuando acechando pasea el carancho.
Con su madre se pasa por los trigos
cual una augusta canéfora griega,
y su canasta repleta de higos
so el sol tropical al cielo se entrega.
Es la humilde y hermosa provinciana;
la que irradia candores de inocencia;
la que va, cuando el sol de la mañana,
enamorando con su presencia.
- Autor: Antranik Manoukian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de enero de 2018 a las 17:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Vogelfrei
Comentarios1
Saludos Norberto, linda inspiración. Un gusto pasar por tu espacio poético.
Mallito
Gracias, Mallito, por pasar y dejar su amable comentario. Saludos!
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