Apolo y Dafne

Personas que tocan sobre una puerta sorda,
en ella se presenta una obra para ciegos,
sobre una cabaña marchita en primavera,
en el ocasó de la furía de Eros.

Primer Acto
Apolo y Dafne, pasión y rechazo, aplausos de personas inertes escondidas en escombros.

Segundo Acto
Psique y Cupido, se desvanece el telón muestra de agonía y de perdón.

Ebrío marcado, como jilguero de lirio en lirio, buscando en el basto mar una alma sedienta de compañia,
escritor incauto, atrapado en calabozos con demonios del pasado,
al salir resplandeciente sobre la grieta de mis pesares,
una bella ninfa con vestido de agua de las lágrimas de neptuno, toma la mano de un ser vacío en ambición,
cual parapente que frena mi caída en este umbral,
un poco de calor cual braza de guerra entra en los confines menos conocidos de mi corazón,
ahí hermosa mía esa obra termino sin puñado de epifanía, alma sobria de infinito rencor, mi musa, mi alegría.