Mi corazón está roto,
y no lo sabía nadie.
Yo pensaba que era loco,
no quería molestarle.
Un corazón sigiloso,
perdido en alguna parte,
yo brindando por los pozos,
donde nunca supe ahogarme.
Logré ver aquellos trozos,
hechos trizas por el aire,
y ni así saqué su rostro,
ya borroso y miserable.
Recordé que un día mis ojos,
brillaron hasta apagarse.
Quizás yo perdí mi ozono,
por jugar a ser más grande.
Mi corazón está solo,
y solo yo soy culpable,
que en ocasiones lo ignoro,
si está dispuesto a salvarme.
No es un corazón tramposo,
no es su culpa que lo calle,
puede parecer odioso,
pero tiene sus verdades.
Mi corazón tiene hoyos,
tiene curvas, tiene aves,
tiene puertas, tiene oro,
pero no tiene mas llaves.
Alguien se quedó lo rojo,
y como yo no lo sabe,
yo le he comprado mil tonos,
pero ninguno le vale.
Mi corazón sigue roto,
yo no intento repararle,
no me duele como otros,
pero nunca está radiante.
Puedo abrir cada cerrojo,
puedo venir a regarle,
para ver si espanto el polvo,
y así vuelve a ilusionarse.
Mi corazón sigue cojo,
en honor a cada baile,
donde el cuento de aquel lobo,
supo como despeinarme.
Fui yo quien lo rompió todo,
solo yo he de susurrarle,
y perdón si en mis destrozos,
incluí tus alicates.
Mi corazón está roto,
y por intentar amarte,
olvidé que si le soplo,
también puedo derrumbarte.
- Autor: Olivera Dayana ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2018 a las 15:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 107
- Usuarios favoritos de este poema: Ross4
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.