Tan triste estoy y tan silenciosa,
como piedra inmóvil azotada por las olas,
siendo imposible que me comprendas
solo llegas a sentir pena,
en el fondo no quieres saber
lo que en mi alma resuena.
¿Podría pedir tu abrazo
pues siento desfallecer?
Los hilos enredados
que atan mi corazón
se despedazan uno a uno
matando desde el interior.
Lágrimas caen ante el menor estímulo
solo ves lo que alcanzo y disimulo.
Pesado esfuerzo es el sonreír,
posando la máscara en la piel.
No hay rima consonante
No hay ansias de nada
No hay nuevo comienzo ni mañana
Solo espinas sin rosas sembradas por el suelo
La pregunta no es: ¿Puedes?
Es: ¿Quisieras saberlo?
- Autor: Consuelo Soto ( Offline)
- Publicado: 8 de enero de 2018 a las 19:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 99
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, Porfirio Tárrega
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