Por motivos de negocios estoy con menos frecuencia y dispongo de menos tiempo para pasarme por aquí.
No tengo ganas de hablar
ni tampoco de escribir,
tan sólo quiero pensar
en cómo salir de aquí
para ver a mi familia
que está sufriendo por mí,
pagando igual que yo
esta condena sin fin.
Ya pasaron varios meses
desde que a mí me encerraron.
El tiempo no se detiene.
Ya estoy cansado... cansado
de suplicar que soy inocente
y no paro de rezar y de llorar
a solas aquí en mi cuarto.
Este chabolo enrejado
con una sola ventana,
que la vista que me han dado
es una valla alambrada,
un patio para bajar
cada amanecer que nace
y otro para jugar
como niños en un parque;
un salón con una mesa
para practicar pin-pon
y otras cuantas más pequeñas
para ajedrez o dominó.
Seguido está la oficina
donde poco solucionan,
aunque sales convencido
si llegaste de otra forma.
Al fondo está la sala
para escribir o estudiar
o ver alguna película
y alguna actividad.
Entre patio, sala y patio
se encuentra el economato
donde esperando en la cola,
ahí pasas un buen rato.
Arriba de la ventana
donde pagas el café,
está la televisión
que no oyes nunca bien.
Enfrente está la escalera
que sube a las galerías
donde te espera tu celda
cada tarde, noche y día.
Detrás de los escalones,
la garita, el funcionario,
donde miras con frecuencia
para ver si llega algo:
una noticia, una carta
o el agente judicial
con esa frase esperada...
¡ya tienes la libertad!
¡Ah! me he saltado sin querer
la sala del comedor
donde no sabes que hacer
si comer o dejarlo "to".
De ahí para la letrina
(el tigre aquí lo llaman)
donde lo de la cocina
lo sueltas con muchas ganas.
En medio están las duchas
donde te lavas si quieres,
pegado, el cuarto de las taquillas,
pero taquillas ni tienen.
De aquí te sales al patio
cuando guardas el papel
y te pones a dar vueltas
porque no sabes que hacer.
De vez en cuando tu miras
a la enrejada ventana
prestando mucha atención
cuando oyes que a alguien llaman.
Te cagas en "to" tus muertos
al oir que no es a ti
y aparece la pregunta:
¿Dios, cuándo voy a salir?
Así que para acabar
y sin ganas de escribir
tan sólo quiero gritar:
¡Coño, sacadme de aquí!
Sevilla 18 de Marzo de 2016 (1er premio de poesía de CP: Sevilla 1 del mes de Abril de 2016)
- Autor: Ermanue (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de enero de 2018 a las 07:16
- Comentario del autor sobre el poema: Cada mes hacían concursos de poesías y relatos dentro del centro penitenciario. Presenté poemas en febrero y marzo, pero vi que siempre ganaba el mismo. Un día saqué este poema parodia y me dio por presentarlo. En abril me llegó la revista donde lo publicaban y vi que había ganado. Nunca llegué a cobrar el premio ya que al poco me cambiaron de centro, Aquí describo más o menos lo que es el módulo donde me encontraba, espero que el lector se sitúe a la vez que lee. Gracias por leerlo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Vagabundo Universal, Miachael, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios3
Dolorosos versos.
Gritos de libertad.
Dura experiencia mi querido hermano y amigo poeta.
Un placer leerte.
A ti un fuerte abrazo
Gracias hermano por seguirme, un abrazo. Eres el único (creo) que lleva toda mi historia. Un abrazo.
Estimado amigo Ermanuel dura experiencia la tuya, con mucho afecto te mando todos mis mejores deseos para que logres la libertad. Recibe dos abrazos de Miachael.
Gracias amigo, ya estoy en libertad, si no fuera así, no podría estar aqui escribiendo esto.Pasé 23 meses por algo que no hice, ahora peleo por que me paguen el daño ocasionado. Saludos.
Estimado Ermanuel me alegra saber eso, espero que sigas luchando por tus derechos. Un fuerte abrazo
Gracias, igualmente amigo, saludos.
A pesar que siento mucha tristeza, te digo, Ermanue, que ante tus sentidos y dolorosos versos, y este grito de libertad... es también un motivo para reiterar que eres un brillante poeta.
Siempre lo has sido... y serás.
Placer leer.
Un fuerte abrazo.
La verdad, que si tu lo dices tendré que creerlo, pero soy vulgar. Escribo con vocabulario fácil para el público, entendible para la gente de la calle. Me considero un poeta callejero. No estudié letras, ni nada de eso. Escribo poesía libre, yo que sé. Si fuera un buen poeta, mis libros se venderían, pero esto no me da de comer, pero me gusta hacerlo. Y en facebook tengo muchos seguidores, sobre todo mujeres. Recibo cada día muchos like. Al menos en esa red me siento feliz, por eso estoy ahí más tiempo. Bueno saludos y gracias por tus piropos, se agradecen amigo.
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