No es pena
lo que siento,
ni ira,
ni rabia tampoco.
Quizás…
repentina e inexplicable
adicción,
como enganchada
a una droga
sin tan siquiera probarla.
Mi corazón se excusa
compungido,
miedoso, envenenado.
“Solo bombeo
la sangre que te riega”.
Me dice el pobre,
echándole la culpa a mi
alocada cabeza.
Y yo, en medio,
casi siempre despierta
y contigo
en mis ojos, mi boca
y alzando
la mirada al cielo,
buscando
a mi lucero,
esperando me traiga
con el viento,
la misteriosa respuesta.
“No la tengo”, me dice
la brisa de mañana.
“Sentir como tú sientes,
no es normal
sobre esta adusta tierra.
Preguntaré al sol
y a la luna, si lo han visto
con el alba
y le den tu recado,
no pierdas la esperanza”.
Y pasarán cuartos
menguantes o lunas llenas,
tormentas, estaciones...
¡Tantas como hagan falta!
No tengo prisa,
aunque nunca he logrado
ser paciente cuando
mi corazón excesivo me habla.
Solo quiero entender
lo que siento,
saber si es real o sólo ensueño,
pues asusta
sentir así y no entender nada.
Eso sí…
¡Que bonito sentirte
cada noche hasta que la mañana,
clarea en mi ventana!
Le quiero así…
Soberbio, grande y libre.
Rutilante lucero del alba,
que no pertenece a nadie.
Pilar
Enero 2018
- Autor: Pilar Gléz Navarro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de enero de 2018 a las 19:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
Comentarios2
La confusión siempre nos acarrea un sin fin de preguntas, las cuales desfilan como en una alfombra roja para que sean analizadas y nos convenzan de cual es el mejor camino a tomar.
Tu confusión llena de interrogantes hasta llegar al lucero matinal para recibir la iluminación.
Saludos cálido dese Chile.
Cierto. De todo se sale...
Gracias y un abrazo desde Granada. España
Hola Pilar, dejame pensar...., yo conoci a un Lucero del Alba, que era un sensual seductor, pero claro, no es tu caso, ya que a tu, vives en la dicha de esperar el radiante lucero matinal, que te hace feliz, me encanto tu poema, te dejo todo mi cariño.-
Gracias lucero...decimos en Granada. Más que esperarlo ..es un anhelo
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