A Rubén Darío, in memoriam, en el aniversario de su natalicio.
Paseándose en la nieve de la tarde azulada
(la majestad del Sena testigo de su paso),
vese a Rubén Darío pensando en la jornada
en que vió entre esas brumas el vuelo de Pegaso.
La actividad de la urbe París, la iluminada,
vierte su esencia y magia cual champaña en fino vaso,
mientras posa el poeta su exótica mirada
sobre vagas doncellas venidas del Parnaso.
El mentor en ensueños, el amante de viajes,
contempla monumentos y artísticos carruajes,
y faroles que anuncian de la tarde su fin.
Y modernos y antiguos ornamentos del coche;
y antes que pronuncie sus matices la noche,
dále un canto a los cisnes con bohemia de gin.
(¿2009-10?)
- Autor: Antranik Manoukian (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de enero de 2018 a las 08:31
- Categoría: Fecha especial
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: migreriana, Vagabundo Universal
Comentarios1
Poco te puedo decir
sobre esta obra de arte,
sino que ya forma parte
de ese arte al escribir,
por el que felicitarte
es cuanto suele convenir.
Sencillamente magistral tu poema
Un abrazo desde la Mancha
joanmoypra
Gracias, amigo, por el elogio en verso, ja ja. Muy ingenioso. Saludos.
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