Un Verdadero Artista (De Black Lyon para Black Lyon).

Yo soy un artista, de esos que también tienen su licenciatura en alguna Universidad de Prestigio que no mencionaré; ¡Oh! ¡Hermosa Alma Mater! Mi delicia académica y espiritual en el marco conceptual de la oda misma que antecede al arte. Musa de mi corazón que formó en su esplendor la magna obra del sentimiento estético como monumento al arte mayor. Soneto de Sonetos, Dios mío, ¡Bendito y alabado seas por siempre! Me has permitido ser co-creador en tu naturaleza. Plasmando la objetividad absoluta desde mi terca subjetividad, logrando en la reflexión pensante, el arte concomitante que raya en la locura y la basura, más no es el concepto el gran monstruo guardían, que como el leviatán, custodia las profundidades del océano. ¿Qué hay de bueno en aquellos que no contemplan el arte, más como arte contemplan solo las vanidades ilusorias del artista? No cabe duda, ¡Yo sí soy un gran artista, y por humildad lo digo! Peque entonces el inocente por su falta de entusiasmo en desarrollar su potencial. Tú tienes potenciales que yo no tengo, pero Bendito sea Dios, me ha otorgado un amplio sentido estético. No limitándome a la crítica destructiva, sino a la creación de admiración, de aquello que plasmo en tu mente justo ahora, y dormirás pensando en mí, atormentado y menesteroso de alegorías y ritmos mortuorios de tu propia necedad. ¡Ea, pues!¡No hay tiempo!¡Qué venga la dulce y exquisita miel de las moscas!