Sentía la lluvia penetrarme el cuerpo,
miles de navajas cayendo del cielo sobre mi
dividiendo el alma en Luna,Fuego,Oscuridad ,
mientras el frío implacable
congelaba con dolor todo mi ser,
alguna vez camine bajo los rayos del sol
y la caliente mañana abrazo
mi solitario espíritu acariciando mi nombre.
Cuando el dolor estaba dormido,
cuando las caricias despertaban con el día
cuando amar,ser y pensar era todo lo mismo,
una sonrisa de fe brillando bajo la Luna.
Sonrisa que se fue con el último suspiro
de mi solitaria infancia,
con la primera verdad que no soporté.
Ahora solo quiero punzarme las heridas
y verlas sangrar,
debilitarme hasta la muerte
y como el ave Fénix renacer,
coger tu boca y fundirme en ti,
sollozando o gimiendo,aún cantando
en mi propio funeral;
intentando una vez mas saltar el muro sangriento
que me invita a la eternidad.
Y si luego a mis restos tu decides
rosas llevar,
recuerda que aquí yacen las tres almas
del bien y del mal.
- Autor: Luna de Plata (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de enero de 2018 a las 10:01
- Categoría: Gótico
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Roxana A.Beloglio
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