Imposible resistir tu bruma
arrastrándome a tu cerco
seguir tus pasos, casi sin aliento
buscarte en cada parpadeo
creciendo en cada pulso mío
un imposible que envenena los sueños
donde arraiga la desesperanza
y en las resacas de cada día
ser vulnerable atolón
recibiendo los asaltos
de ésta incertidumbre
fuimos o no fuimos,
renegada margarita
que con la pasión juega.
Comentarios2
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Gracias por compartir tu parecer, es grato saber lo que tus palabras provocan. Un saludo, Carlos Hector Alvarez.
Precioso Idoia
Saludos
Gracias Ágora, un saludo para tí.
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