El verso que evoca tu alma

hoy siento que te alejas como
las témperas del color del olvido
y es que mil primavera juntas no se
igualan
al halo de la belleza que tu faz consume
de pronto me hallo en el silencio
del árbol celestial de enero
sirviendo de lluvia y torrencial
de penas y nichos donde descansan
las raíces de mis poemas
necesito por ende verte un instante
no de cuerpo porque te conozco
no de ojos porque cerrando los ojos te veo
no de alma porque eres el viento
sino de nada porque en la nada
eres infinita y estás presente
en mi camino
en mis versos
en mi lágrimas
en mi todo y en mi nada
y la fuerza de la voluntad de escribirte merodea
la miel de los árboles negros de la noche
la debilidad del arpegio que denota las ramas
del árbol que está tallado de tu ausencia
y hoy te alejas de ti
te alejas de mí
te alejas de mis versos
y te alejas como viniéndote a mí
eres y serás como ese árbol donde
cada hoja
es una esperanza de tu regreso a mis versos
y a mis dos últimas esperanzas
una a la luz de mi poemas
y la otra el agua con que resucita el árbol

hoy te alejas y la golondrina de mis mieles
se van a la sal de tu ausencia
y del cual ya no puedo escribir más