Tuve que ocultarme
tras la inspiración macabra
de palabras y frases tan complejas,
tan profundas, arcanas
al simple entendimiento mortal,
la sinfonía del dolor,
exquisita alegría me produjo
para componer poesía cruel,
historias de vida, operas de carne
y hueso, tan viscerales
como la otra cara del amor,
mas realistas que la verdad
tras la mentira, únicas
como la ultima esperanza
que se dice nunca muere.
Recuerdo muy bien las épocas
de los rezos constantes
y los lamentos tratando de despertar
la curiosidad a un Dios, que sordo
miraba hacia el paraíso bobo
e idealizado de súbditos
hipnotizados por un fanatismo
lleno de modismos conformistas,
ignorantes, de actitudes estúpidas,
un paraíso saturado de reglas
y sistemas definidos como normales,
correctos, solo posee leyes corruptas,
recuerdo cuan inútiles resultaban ser
todas mis lágrimas, que juntas
a las de otros ángeles caídos,
lluvia de esperma infértil fueron
bañando las entrañas oscuras
de una ciudad maldita
llena solo de miseria humana,
esas inútiles gotas
terminaban formando
un mar de cadáveres, rezos inútiles
a un Dios sordo que miraba fijamente
solo al paraíso formado
por los corazones corrompidos
de los hijos de Abel.
La verdad y la realidad son únicas,
difícil engañarse, difícil engañar,
he tenido que crearme un oído
y un ojo propio, que puesto
por encima de este mundo,
sobre trozos de papel
se escriben; tuve que ocultarme
tras la inspiración macabra
de palabras y frases tan complejas,
tan profundas, arcanas
al simple entendimiento mortal
para componer poesía cruel,
historias de vida, operas de carne
y hueso, tan viscerales
como la otra cara del amor,
mas realistas que la verdad
tras la mentira, únicas
como la ultima esperanza
que se dice nunca muere.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de enero de 2018 a las 16:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 48
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