Transitando por el café del barrio
al que suelo venir de vez en cuando
Si tú quieres verme más por aquí ando
Conversando con amigas del barrio
Pasado el tiempo, en el café tú y yo
Sosteniendo en una mano tu mano
en la taza de café, la otra mano
Juramos amor eterno tú y yo
La maleta que sale del armario
Solitaria taza fría de café
La puerta que cierra, un taxi, un usuario
De pie con una taza de café
en la ventana, triste, solitario
Extraño aquí, tu taza de café.
Roselix55
Rosendo Elías Xolocotzin Ramírez.
Cuernavaca Morelos a 18 de enero de 2018.
Comentarios1
El café... inefable compañero del más sublime de los amores, y luego, también consuelo último de la más descarnada de las soledades... gracias por compartir. Un abrazo
Gracias por leerme, por tu comentario y por ser parte de tus favoritos.
Saludos cordiales, desde Cuernavaca Morelos México.
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