El mágico poder subliminal de la noche
con su balsámico céfiro fresco,
en equilibrio esencial acopla
frío y calor a la vez,
el alma en completa libertad escapa
de su ergástula de carne y huesos,
un reino de extraordinaria alucinación
aguarda su presencia
para ser gobernado;
similar a un arcano ensueño
todo es posible en este mundo
de realidades alternas,
de utopías dulces, de bizarros deseos,
de pensamientos y actitudes surrealistas.
La mente es tan frágil en entender
la virtuosidad profunda de los sentimientos,
e infructuosas son sus presunciones,
sus apreciaciones de algo que esta
mas allá de su simple intelecto
para todo cuan abstracto es en este reino
que posiblemente sea la verdad poetizada
por sobre las tautológicas vivencias;
solo aquí puedo mirarte nuevamente,
sentir tu calor y aroma en un abrazo
que cruelmente me fue negado en la realidad,
puedo respirarte sin ninguna dificultad,
y puedo amarte como nunca jamás sabría
si no hubiese sido capaz de escapar
de este disfraz engañoso y lúgubre
que cubre mi alma, la de todos…,
el aura tiene un solo matiz,
frente a frente por fin podemos ser uno solo,
el tiempo, la distancia, la hipocresía, la maldad
son solo grafitis garabateados
en las gigantescas paredes
de los castillos medievales que la felicidad
y la esperanza edificaron,
miles de dragones que son los recuerdos,
vuelan por sus alrededores impávidos
y frustrados a la ves de poder atacar
con sus flamas de intriga y destrucción
toda la tranquilidad que el alma siente
mientras la misma solo te observa, quizás,
ni siquiera es necesario abrazarte, respirarte,
todos nos miran sin darse cuenta
que dialogamos, que inclusive
hasta nos estamos entregando,
amándonos sin temores, ni siquiera
el milagroso poder de la luz del sol
arrebata con su cegadora luminosidad
este dialogo sin palabras
que el subconsciente erige sobre la trivialidad
de la retórica, de la belleza, …la conciencia
burlada cae rendidamente erotizada
sobre las sábanas calidas de la ilusión;
despierto y al mismo tiempo adormecido
en medio del firmamento y la mar,
camino ingrávido, solo te miro, me miras
y los dos frente a frente
por fin podemos ser uno solo, aquí,
puedo mirarte nuevamente,
sentir tu calor, tu aroma en un abrazo,
un inocente, violento y dulce beso
que cruelmente la realidad me los niega,
puedo respirarte sin ninguna dificultad,
puedo amarte como nunca jamás sabría
ni podría amar alguien en un reino quizás
similar al que yo he creado únicamente
para los dos que ahora somos uno
y podemos entender este lenguaje
subliminal del alma.
- Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de enero de 2018 a las 01:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Black Lyon
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