Una caricia

Del libro La Vida es Viviendo

La vi llegar cuando creí que nunca existiría en mi piel,

sentí vivir en el momento en el que me devolvió la fe,

llegó despacio, me adoptó con sutil pertenencia,

tocó mi vida y mi sentir con su suave presencia.

Me abandoné a su ritmo, me entregué a su vaivén,

creí nadar en paraísos, fundirme pleno en el edén,

sentí el arrullo de la vida que renunciaba al afán,

amé el instante tan sublime que me invitaba a amar.

Era tan clara, tan posible, tan fácil de ver y creer

que se movía por mi cuerpo como un resplandecer.

Daría todos mis secretos por sentirla de nuevo sin malicia.

Renunciaría a mi orgullo por tener de regreso esa caricia.

Una caricia es un tatuaje que podría no borrarse,

es el secreto de la piel que no deja de amarse,

son los centímetros de alma que logran penetrar

cuando el amor es puro, sincero y se deja acariciar.