Ave- transporte de Arriba.

somos los de abajo.

Venimos como podemos a manifestarnos a Castellón porque queremos poder movernos.

testifico la muerte civil de la sociedad, al ver tan pocos manifestantes.

intento anunciarlo en tve.

Un policía nacional se acerca, sostengo una bandera del PC.  Me invita a retirarme del medio público.  Obedezco. Soy un cobarde. Me fusilaría yo mismo, si fuera el que fui hace veinte años. Vuelvo a mi fila. me introduzco como un número más entre los manifestantes. nadie me exige  que vuelva intentarlo.

Forma la policía  un cordón frente a nosotros.

Da un paso sonoro de taconazo hacia adelante.

Un hombre de pelo rubio les va ordenando las cosas tras de ellos, los detiene en seco para que no pasen de esa línea.

Se nos ordena a nosotros que no pasemos de la que nos traza.

estamos frente a frente.

ambos bandos obedecemos.

obedecemos, obedecemos, obedecemos.

Un grupo de guardia civiles llega.

es absurdo.

se manifiestan con nosotros.

¿ desde cuando ocurre esto? preguntó a una persona que está a mi lado.

levanta los hombros y se aleja cansado, sin responder. Es un pobre anciano que cruza el paso cebra y se pierde por las calles.

La guardia civil pide aumento de sueldo ante la  llegada del presidente del gobierno, para desembarazarse de gente molesta como nosotros.

Hay compañeros que les aplauden.

Venimos a manifestarnos como somos,  muchos convertidos  en cínicos.

Otros se ríen cuando anuncian que el “ave” no llega porque esta averiado en Sagunto.

Un hombre con un micrófono anuncia que  el gobierno vendrá en el cercanías.

Pasa el rato. el calor nos agota pese a estar en enero. algo ocurre con el tiempo.

Un borracho sale de la estación hablando solo,sabe algo  del gobierno y los empresarios.

Lo confirman. Los hombre de arriba ya han llegado, y están celebrando nuestra defunción.

La guardia civil se ha pasado de bando, ahora está en la carpa bebiendo.

Nos vamos. todo ha terminado como empezó.

Terminó. Estaba claro. Seguimos enfrentados los de abajo con los de arriba.

Llega el autobús de Vall ´d Uixó. El único que ha intentado atropellarnos.

Me subo en él. Pago mi billete. Por los cristales veo la policía nacional dirigiendo el trafico, al ejército. Me alejo, y los veo en mi butacón del autobús  moviéndose  como muñecos alrededor de la famosa carpa donde está el presidente, parte del gobierno, y los empresarios.

Gritos desesperados del último manifestante de  corruptos se cuelan por los cristales.

adiós, adiós, Castellón.

Ya tienes  tu ave para los ricos y los turistas, y nosotros, nuestras sandalias como transporte público, las cercanías las hacemos a  pedales.

¿ quién detendrá nuestra cautiva lentitud?

adiós, adiós amigos queridos, vinistéis como pudistéis  a manifestaros, y les hemos pagado la cuenta a los de arriba. Siento decirlo, siempre se las pagamos.

Adios, adios amigos, os quiero.

Angelillo de ixó.