Aquella cantina gris, que huele a melancolía,
descubre el sabor amargo y triste del cruel despecho.
Aquella rockola ataca siempre directo al pecho
y brinda su tibio encanto atrás de una copa fría,
que paños de alcohol le pone al corazón deshecho.
Aquella cantina gris que tiene sabor de llanto,
evoca las notas tristes de los amores ruines,
haciendo que el alma sola se pierda en los confines
de aquel universo negro y hondo, no sabes cuánto,
que al son del humo-alcohol no deja que lo domines.
Aquella cantina gris, bien sabe cuál es el nombre,
de aquellos que están sufriendo por un amor prohibido,
de alguna muchacha audaz, que a otra quitó el marido,
y un pobre muchacho ingenuo, sufre al amar a un hombre.
Amores de hiel y miel que brindan por lo sufrido.
Aquella cantina gris te llama con sus canciones,
mezcladas con el tintín de copas y carcajadas.
Escucha en tu voz llorosa notas desafinadas,
y mira sobre la mesa todas las emociones,
que en un cenicero gris... mañana estarán quemadas.
Aquella cantina gris me llama al llegar la tarde,
con esas canciones llenas de sueños y añoranzas.
De sueños que se marcharon junto a las esperanzas,
y nunca podré lograr por débil o por cobarde,
como agua de manantial que alcanzas y que no alcanzas.
- Autor: Paolo Luna Wilson (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2018 a las 21:31
- Comentario del autor sobre el poema: A veces necesitamos una copa.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: Ӈιρριε Ʋყє ☮, Evandro Valladares
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