Encontré una flor en mi camino.
Como queriéndome decir algo muy especial.
Pero mi cerveza se calienta.
Y mi lugar en el cementerio no piensa esperar.
Pequeña y caprichosa señal.
Bajo mis botas fue a quedar.
Sigo mi camino, directo a mi infierno.
Casi queriendo, yo preparo mi propio entierro.
Vacío mi cuerpo de sus sueños.
Atravieso cada una de mis neuronas.
La luz de un disparo se refleja entre mis cejas.
Tengo la mirada perdida.
Y nadie me acompaña en este tunel sin luz.
Mis demoños me esperan en la morgue.
Y vos no estás ahí.
Pienso en cuanto te quiero y en cuanto te voy a extrañar.
Es que aquí no habrá llamadas por celular.
- Autor: Ezequiel Gonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de enero de 2018 a las 18:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Vagabundo Universal
Comentarios3
Ya hay wi fi en el avernooooo!!!!
No te vayas al más allá, no hay nada allí para vos.
Es que regresa la parca.Se enamoró Y Saramago hizo que nadie muriiera nunca más!!!Promesa de todos!!!
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