Con las debidas disculpas a Lovecraft..
A veces pienso
en ese hombre-
Desolado-
en un mundo
sin espejos-
de su reflejo
nada ni nadie
le dijo
la verdad-
Abismado
en su propio ombligo-
ese hombre
por toda vida
tenía su pensamiento-
por toda compañía-
su propia angustia-
En el éxtasis
de acercarse
a algún otro-
ese hombre
lanzó su abismo
al mundo-
Descubrió
su mirada
en cada detalle-
y cada detalle
en sus propios ojos-
La naturaleza
es compasiva
-decía-
Si no me da-
al menos
me ignora-
pero los otros-
los otros
son crueles-
o tienen miedo-
Tal vez le temen
a los otros
que también
somos otros-
Y ese hombre-
ese día-
sollozó abismando
su tristeza-
El ya sabía
que en pocas lunas
-y como siempre-
el olvido
olvidaría
su llanto-
Más no se declaró
vencido-
Buscó desde
el abismo
de su ombligo-
esa abismal
presencia
que lo abismara
en otro-
Y cuando
la última lágrima
fue olvido-
descubrió
al otro
y en su iris
asombro-
Su espanto era
callado y curioso-
El otro vigilaba
la frontera
lisa y profunda-
de ese mundo
misterioso
que a nuestros
ignorantes-
superficiales
ojos
proyecta el abismo
de un espejo-
El otro no huía-
el otro se acercaba-
y se tocaron-
se confundieron
abismos-
Ese hombre
abismado
de olvidos-
dejó
de abismarse
en sí mismo-
y recordó
a abismarse
en el otro-
- Autor: Mónica Laneri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de enero de 2018 a las 17:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
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