Nos perdimos entre las velas, entre los aplausos, entre el vocerío pero cada vez que nos mirábamos a los ojos nos encontrábamos.
Un, dos tres... un, dos, tres...
Y seguías moviéndote, seguías siendo un torbellino de luz que se alzaba entre las escuetas sombras de este gran salón.
Un dos, tres... Un, dos, tres...
La melodía palpitaba como un corazón enamorado, como en el preludio de un amor, de un amor desesperado. Una dulce melodía nos sacudía, ella nos hace bailar y nos guía, en esta noche donde no hay esperanzas perdidas
Un, dos, tres... un, dos, tres...
El morado vino corre por las blancas camisas. Y las damas se dejan seducir por caballeros beodos , temblaba cada ventana y por la chimenea salían notas musicales posándose en oídos nerviosos...
Todos bailan buscando no merecer el infierno, buscando la fugacidad de un amor nocturno. Todos buscan que le den todo pero al volver del baile se encontrar envueltos en opaco aire, escudriñando su propio corazón en tierras de nadie, dónde no hay amor. Sólo unos pasos y un ritmo, escritos por medio de vasos repletos de vino tinto, sensaciones distintas, que escribe una ponzoñosa tinta.
- Autor: Freinan (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2018 a las 08:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: timpd, Joselin Guzman, Vagabundo Universal
Comentarios2
Me llama la atención que el tema del baile, un motivo generalmente alegre y vitalista, resulte en este poema todo lo contrario. Es un punto de vista original, creo.
Precisamente, eso es más o menos el pilar de esto. Muchas gracias por darme tu opinión. Un cordial saludo.
el poema estuvo muy bien hecho , el titulo es muy llamativo
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